sábado, 24 de octubre de 2009

La gente que me gusta


Primero que todo
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace en menos tiempo de lo esperado.
Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.
Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar.
Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó.
Me gusta la gente que al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente; a éstos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no fallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente que trabaja por resultados. Con gente como esa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.
Mario Benedetti

Basta

Basta. Basta de creerse cosas que no son, basta de idealizar a la gente, basta de pensar en la existencia de ese ser perfecto. Basta de esperar imposibles, basta de soñar con verlo. Basta de imaginarlo y volverlo a imaginar, basta de medir las palabras, basta de obsesionarte con ese ser invisible. Basta de contar días, basta de mandar mensajes, basta. De una vez por todas, tengo que ponerle un punto final a esta historia que jamás comenzó.

Basta

Basta. Basta de creerse cosas que no son, basta de idealizar a la gente, basta de pensar en la existencia de ese ser perfecto. Basta de esperar imposibles, basta de soñar con verlo. Basta de imaginarlo y volverlo a imaginar, basta de medir las palabras, basta de obsesionarte con ese ser invisible. Basta de contar días, basta de mandar mensajes, basta. De una vez por todas, tengo que ponerle un punto final a esta historia que jamás comenzó.

viernes, 23 de octubre de 2009

The notebook-Nicholas Sparks

Ninguno de los dos se movió mientras se contemplaban.Él no había dicho nada, sus músculos parecían paralizados, y por un momento ella pensó que no la había reconocido. Se sintió súbitamente culpable por aparecer de ese modo, sin avisar, y el sentimiento de culpa dificultó aún más las cosas. Había pensado que resultaría más sencillo, que sabría qué decir. Pero no fue así. Las únicas palabras que se le ocurrían parecían inapropiadas, insuficientes.

viernes, 16 de octubre de 2009

Ojalá

Ojalá algún día nos crucemos en cualquier lugar,
No importa cuándo ni dónde, sólo poderte mirar.
Ojalá alguna vez te conviertas en realidad,
Dejes de ser un espejismo, lleno de felicidad.
Ojalá pueda rozar tu piel sólo un momento
Para sentir que sos real, y no un invento.
Ojalá pudiera dejar de imaginar momentos imposibles,
Ojalá pudiera dejar de pensar en vos, amor invisible.